lunes, 15 de marzo de 2010

HENRY WALLON



HENRY WALLON

París, (1879- 1962) Psicólogo y neurólogo francés.



Nació en París en 1879 y murió en 1962. Se graduó en Filosofía en 1902, terminó medicina en 1908 y se doctoró en letras en 1925.

Estuvo inicialmente en las filas socialistas y perteneció posteriormente al Partido Comunista Francés.

Catedrático de la Sorbona y del Colegio de Francia, se dedicó al estudio de la psicología y la educación de la infancia. Participó en la elaboración de un proyecto de reforma de la enseñanza basado en la igualdad de oportunidades, la formación permanente del profesorado y la consideración de las capacidades y condiciones sociales del niño, proyecto que finalmente el Gobierno no llevó a la práctica.

Los primeros trabajos de Wallon se orientan hacia la psicopatología, para centrarse posteriormente en la psicología infantil y la orientación.

Entre sus dicípulos y continuadores de su obra están René Zazzo y Helene Gratiot-Alphandery.

Marco teórico y antecedentes de la Teoría de Wallon

Wallon llegó a la Psicología desde la filosofía y la medicina, en un momento en el que existían en Europa dos debates muy importantes. El primero sobre la fundamentación epistemológica de la ciencia. De esta discusión participaban autores tan relevantes como Piaget . El segundo, se centraba en la explicación evolutiva de la construcción de la personalidad y estaba promovido por las escuelas psicoanalíticas.

Wallon, desde una postura antidualista, plantea que en la conciencia reside el origen del progreso intelectual, pero ésta no se presenta en el momento del nacimiento sino que es una cualidad que se construye socialmente, por medio de lo que denomina la simbiosis afectiva.

En consecuencia el objeto de la Psicología es la explicación de la formación y desarrollo de la conciencia. Para este propósito se deben estudiar tanto los aspectos biológicos como los sociales.

Para ello, el autor se centra especialmente en cuatro factores para explicar la evolución psicológica del niño (1987, pp 103-132): la emoción, el otro, el medio (físico-químico, biológico y social) y el movimiento (acción y actividad). En consecuencia, Wallon afirma (1958) que la psicología es a la vez, una ciencia humanística y de la naturaleza.

Más recientemente, desde un marco teórico distinto, centrado en la comunicación, la Teoría de la Intersubjetividad primaria de Trevarthen aborda el problema de la construcción del diálogo intersubjetivo, entre el niño y los otros, alrededor de los 3 meses.

El marco teórico de Wallon se fundamenta epistemológicamente en la filosofía marxista y más específicamente en el materialismo dialéctico. De este modo defiende la importancia de la fundamentación biológico pero sin caer en el mecanicismo organicista.

En consecuencia, para Wallon, el método dialéctico es el único válido para el estudio de la conciencia, afirmando que el estatus científico de la psicología sólo se conseguirá en la medida que ésta sea capaz de reconocer que el psiquismo es la forma más elaborada de desarrollo de la materia. Por todos los argumentos anteriores considera que el estudio psicológico debe realizarse de manera global y critica los modelos reduccionistas:

Yo no he podido jamás disociar lo biológico y lo social, no porque lo crea reductibles el uno al otro, sino porque me parecen en el hombre tan estrechamente complementarios desde su nacimiento que es imposible enfocar la vida psíquica si no es bajo la formación de sus relaciones recíprocas.
La metodología

Desde el enfoque dialéctico, Wallon se enfrenta al estudio de la conciencia y del desarrollo humano. De este modo, va a estudiar los procesos piscológicos desde la psicología genética, esto es desde el análisis evolutivo de los procesos de formación y transformación del psiquismo humano, tanto desde una perspectiva ontogenética como filogenética, biológica, histórica y cultural.

Para este propósito se debe recurrir al trabajo interdiciplinar de diferentes ciencias y al empleo de técnicas como la observación en situaciones naturales, la experimentación, las técnicas comparativas y las estadísticas.

Su método consiste en estudiar las condiciones materiales del desarrollo del niño, condiciones tanto orgánicas como sociales, y en ver cómo, a través de esas condiciones, se edifica un nuevo plano de la realidad que es el psiquismo, la personalidad


Concepto de desarrollo
Defiende que en el desarrollo humano se produce una transición desde lo biológico o natural, a lo social o cultural. Esta transición se va a producir gracias a la presencia del otro.
En este planteamiento es muy importante tener en cuenta dos consideraciones: La primera es que tanto los factores sociales como los biológicos pueden ser considerados innatos o adquiridos, dado que unos se construyen gracias a la presencia de otros.

La segunda afirma que las diferencias biológicas se pueden acabar convirtiéndose en socialesende que en el desarrollo humano se produce una transición desde lo biológico o natural, a lo social o cultural. Esta transición se va a producir gracias a la presencia del otro.
En este planteamiento es muy importante tener en cuenta dos consideraciones: La primera es que tanto los factores sociales como los biológicos pueden ser considerados innatos o adquiridos, dado que unos se construyen gracias a la presencia de otros. La segunda afirma que las diferencias biológicas se pueden acabar convirtiéndose en sociales.
Plantea que las actividades del niño, unas veces se dirigen a la construcción de su indivualidad y otras al establecimiento de relaciones con los otros; alternándose la orientación progresivamente en cada estadio.
Tabla Los estadios de Wallon

Estadio Edades Función dominante Orientación De impulsividad motriz y emocional 0-1 años. La emoción permite construir una simbiosis afectiva con el entorno. Hacia dentro: dirigida a la construcción del individuo Sensorio-motriz y proyectivo 2-3 a.

La actividad sensorio-motriz presenta dos objetivos básicos. El primero es la manipulación de objetos y el segundo la imitación. Hacia el exterior: orientada a las relaciones con los otros y los objetos Del personalismo 3-6 a.

Toma de conciencia y afirmación de la personalidad en la construcción del yo. Hacia dentro: necesidad de afirmación. Subperiodos: - (Entre 2 y 3) oposicionismo, intento de afirmación, insistencia en la propiedad de los objetos. - (3-4) Edad de la gracia en las habilidades expresivas y motóricas. Búsqueda de la aceptación y admiración de los otros.

Periodo narcisista. - (Poco antes de los 5a.). Representación de roles. Imitación.

Del pensamiento categorial 6/7 - 11/12 a. La conquista y el conocimiento del mundo exterior Hacia el exterior: especial interés por los objetos. Subperiodos: - (6-9ª) Pensamiento sincrético: global e impreciso, mezcla lo objetivo con lo subjetivo.

Ej: un niño de 7 años asocia el sol con la playa y el juego en una unidad asociativa. - (a partir de 9ª) Pensamiento categorial. Comienza a agrupar categorías por su uso, características u otros atributos. De la pubertad y la adolescencia 12 a. Contradicción entre lo conocido y lo que se desea conocer. Conflictos y ambivalencias afectivas. Desequilibrios. Hacia el interior: dirigida a la afirmación del yo.

Sus obras más importantes son:

• Los orígenes del carácter en el niño

• Psicología del niño del nacimiento a los 7 años

• La evolución psicológica del niño

• Del acto al pensamiento

• Los orígenes del pensamiento en el niño




martes, 2 de marzo de 2010

Adolphe Ferriere



Adolphe Ferriere

(19 de Septiembre 1921- 2 de Mayo 1997)


Pedagogo Suizo, nacido en Ginebra, donde siguió estudios universitarios. Su iniciación en la nueva pedagogía se produjo al leer el capítulo sobre las escuelas nuevas de la obra de E. Demolins.



La obra pedagógica de Ferriere se halla estrechamente vinculada al movimiento de la Escuela Nueva, hasta el punto de que es difícil separar las ideas propias de uno y otro. Su acción esta caracterizada por la transformación y la renovación, frente a la escuela vieja y tradicional, Ferriere propone el concepto de escuela nueva cuyo funcionamiento se basa en el respeto a los intereses y necesidades del niño, la utilización de métodos activos, el desarrollo de la autonomía, el espíritu crítico y la cooperación.


El fin de la educación no es otro que ayudar al niño al desarrollo y desenvolvimiento de sus potencialidades; es una educación en libertad para la libertad.


La educación según Ferriere



Aspectos más importantes:


• Trata de asentarse en la confianza y autenticidad.


• Para los niños es una cuestión de honor "HACERLO TODO SOLOS". Los mayores ayudan a los más perqueños.


• El aprendizaje se basa en la movilización de los centros de interés tomados de la vida corriente .


• El trabajo individual se alterna con el colectivo.


• No hay clases ni lecciones, "Todo se basa en la felicidad de aprender, de autodisciplinarse y de manifestar solidaridad.


• Todos ponen a pruba sus cualidades particulares y las explotan en la medida de sus posibilidades.


Escuela Nueva


Movimiento pedagógico surgido a finales del s. XIX, encaminado a perfeccionary vitalizar la educación existente en su época modificando las técnicas educativas empleadas por la tradición secular.


Adolphe Ferriere la define como un internado familiar establecido en el campo, donde la experiencia del niño sirve de base a la educación intelectual, mediante el emplea adecuado de los trabajos manuales.


La Educación Nueva reconoce al niño como la única realidad en torno al cual deberá efectuarse la programación escolar y la actividad profesional del docente. La educación se hace "PAIDOCENTRICA" frente a las corrientes pedagógicas tradicionales que asignaban al educador todo el esfuerzo y orientación del proceso educativo.


Los rasgos más sobresalientes son:


• actividad


• vitalidad


• libertad


• individualidad


• colectividad




LA ANTROPOLOGÍA DE FERRIÈRE

Ferrière basa su investigación “psicológica” en cuatro grandes ejes que la perspectiva
biogenética le hizo determinar ya en 1910 (Véase 1922b, pág. 215; 1923, pág. 8; 1931, pág.
9): 1) el energetismo: como todo ser vivo, el hombre está animado en su interior por un
“impulso vital” (la expresión está tomada explícitamente de Bergson) que le induce a
conservarse y a crecer; 2) la ley del progreso (tema de la tesis sostenida en 1915): este
crecimiento se opera a través de dos fenómenos complementarios que se “equilibran”, la
“diferenciación y la concentración funcionales”. 3) la herencia: la especie se conserva por
neutralización de los rasgos divergentes y varía por el legado de las divergencias; 4) la(que Ferrière llama “ley biogenética”): el desarrollo del individuo pasa por
recapitulación
diversas fases que reproducen las del desarrollo de la especie.
Sobre estos cuatro ejes “teóricos” se insertan cuatro problemas que exigen
investigaciones “prácticas” a las que la psicología, según Ferrière, debe consagrarse. Así
aparecerán, fundamentados en la naturaleza y la razón, nuevos principios educativos que son
los mismos que los de la educación nueva y la escuela activa:
1) A la ley de recapitulación biogenética debe corresponder efectivamente una nueva
educación basada en el interés vital, que respete el tránsito de lo “primitivo” a lo
“civilizado” en los niños.25 Este tránsito se efectúa en diversas fases cuya descripción y
número varían. En el cuadro publicado en 1922 y reeditado en 1946 se distinguen doce
períodos en grupos de tres, con cuatro edades distintas: sensorialidad (primera
infancia), imitación (segunda infancia), intuición (adolescencia) y razón (juventud y
madurez);
2) El hecho de la herencia debe conducir a establecer un inventario de tipos psicológicos
cuyas denominaciones coinciden con las fases de la ley biogenética: sensorial,
convencional, intuitivo y racional. Estos tipos se combinan entre sí, dando los doce
períodos (convencional sensorial, convencional puro, convencional intuitivo, etc.);
3) Junto con este inventario, y en relación con la capacidad de progreso de cada uno, el
psicólogo hará el diagnóstico individual que será al mismo tiempo pronóstico y
orientación;
4) Por último, la energía del ser vivo en el hombre corresponde, en su mayor parte, a la
esfera de lo inconsciente y de sus virtualidades; por consiguiente, ayudar al tránsito de
lo inconsciente a la consciencia es una de las misiones de la psicología, si ha de ser
verdaderamente “genética”.26
En 1930 Ferrière resume de nuevo sus tesis en un folleto que edita él mismo, titulado L'avenir. Ahora bien, hay dos cosas que sorprenden si
de la psychologie génétique et l'education
consideramos la fecha: más de veinte años después de sus primeros bosquejos, la palabra
(porvenir) sigue figurando en el título, como si Ferrière expusiera todavía un programa
avenir

por realizar; y, efectivamente, el opúsculo de 1930 no hace más que repetir, con pocas
variaciones de detalle, las aseveraciones propuestas en el curso de 1909. Entre las dos fechas,
Ferrière escribió varios miles de páginas sobre estos cuatro componentes de la psicología
genética. En cambio, sólo llevó a cabo de un modo muy superficial e infructuoso los intentos
empíricos de verificación de sus hipótesis, y aún menos, naturalmente, los de invalidación. El
mismo era consciente de eso y en 1922, cuando hace de esta cuádruple construcción el
“fundamento psicológico” de su escuela activa, advierte a sus lectores “confiando en su
intuición” para hacerse entender: “Las verdades fundamentales expuestas en este capítulo
están mezcladas y envueltas en hipótesis. Pero aunque estas hipótesis sean menos fundadas
que los datos de la ciencia experimental, aunque todavía no (el subrayado es suyo) estén todas
corroboradas por estadísticas o cualquier otro medio de control objetivo que pueda expresarse
en cifras, son desde luego algo más, y algo distinto, que suposiciones gratuitas. Se basan en
realidad en la experiencia, en la vida, y se levantan sobre ellas con la prudencia y la objetividad
de un método científico consciente a la vez de su potencia y sus límites” (1922, pág. 215).
En la nueva versión de L'école active, de 1946, reproduce textualmente esta
advertencia (pág. 29) y vuelve a subrayar el “todavía no”. Sigue enunciando la confirmación
empírica. El lector deberá confiar en el método que el autor no renuncia a presentar como
“científico”